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La historia del Club del Hachís del siglo XIX que te fascinará

Se reunieron de manera regular entre 1844 y 1849 en la Casa Pimodan y se hacían llamar Club des Hachichins o “club del hachís”.

La historia del Club del Hachís del siglo XIX que te fascinará. Te fascinará. Se sabe que el cannabis ha convivido con los humanos desde las primeras civilizaciones. No es de extrañar por lo tanto que existan cientos de anécdotas a lo largo de la historia ligadas al cannabis. Hoy os hablaremos del fascinante “Club del Hachís” y su inquietante función.

Napoleón “visita” Egipto

En 1798, el ejército francés comandado por Napoleón Bonaparte invadió Egipto. Fue un primer paso en su estrategia para primero establecer un reino francés allí.

Y una vez establecido, el segundo paso sería el de cerrar a los británicos el camino a la India en su guerra contra Gran Bretaña, su único enemigo en potencia.

Esta expedición fue un fracaso y tres años después, en 1801 fue expulsado. Sin embargo, gracias a ello Europa pudo re-descubrir el antiguo Egipto.

Napoleón reclutó a un grupo de 167 científicos y especialistas en diferencias materias que lo acompañaron en su expedición.

En este grupo llamado la Comisión de las Ciencias y de las Artes de Oriente, había desde matemáticos como Gaspard Monge, hasta físicos como Claude Louis Berthollet o geólogos como Déodat de Dolomieu.

Durante unos dos años recorrieron el país y sus trabajos quedaron recogidos en la Description de l’Égipte, publicada en veinte tomos entre 1809 y 1822, máxima referencia de la egiptología durante décadas.

Uno de los hallazgos más famoso de esos años fue la Piedra Rosetta, que en parte ha servido para descifrar la hasta entonces ininteligible escritura jeroglífica egipcia.

El descubrimiento del hachís

En su breve estancia en Egipto, los franceses hicieron otro gran descubrimiento. Pero en esta ocasión no fue gracias a la expedición de científicos, sino que fue a cargo de su ejército. Nos referimos al hachís.

Como suele ocurrir en estos casos, las tropas francesas destinadas en Egipto adquirieron algunas costumbres de los habitantes locales. Y no tardaron demasiado en acostumbrarse a fumar hachís.

Cuando Napoleón se enteró de que los soldados fumaban la resina de una planta que les alteraba los sentidos, lo prohibió por temor a que les hiciera perder el espíritu de batalla.

Pero realmente no tuvo ningún efecto real. Cuando los ejércitos franceses regresaron a casa pocos meses después, se llevaron el cannabis con ellos.

El resultado fue su pronta popularización en Europa y particularmente en Francia del hachís, hasta entonces un gran desconocido.

Las importaciones de hachís y de hojas secas de cannabis se volvieron regulares, y pronto en cualquier farmacia podían comprarse.

Algunos médicos y en particular el Dr. Jacques-Joseph Moreau (1804-84), comenzara a interesarse por sus propiedades.

En 1840, Moreau decidió ingerir un poco de hachís con la intención de experimentar las sensaciones e informar sobre sus efectos intoxicantes.

Describió después que experimentó una mezcla de euforia, alucinación e incoherencia. Pero sobre todo, un flujo extremadamente rápido de ideas.

En 1844, Moreau conoció al filósofo, escritor y periodista francés Théophile Gautier (1811-1872), que quedó impresionado por su descripción de los efectos del cannabis.

Gautier definió los efectos como “una intoxicación intelectual preferible a la borrachera pesada e ignorable del alcohol”.

La historia del Club del Hachís del siglo XIX que te fascinará. El nacimiento:

Gautier invitó a su primer contacto con el hachís a destacados literatos parisinos como Alexandre Dumas, Víctor Hugo, Gérard de Nerval, Honoré de Balzac, Charles Baudelaire o Eugène Delacroix entre muchos otros.

Se reunieron de manera regular entre 1844 y 1849 en la Casa Pimodan y se hacían llamar Club des Hachichins o “club del hachís”.

Vestidos con ropas árabes, bebían café fuerte mezclado generosamente con hachís, nuez moscada, clavos de olor, canela, pistaches, jugo de naranja, azúcar y mantequilla.

La bebida era conocida como dawameska, en honor a sus orígenes en el Medio Oriente. Después, algunos de ellos escribirían sobre sus experiencias.

El novelista y dramaturgo Honoré Balzac, afirmó haber escuchado voces celestiales y visto visiones de pinturas divinas.

Pero realmente todos fueron conejillos de Indias de Moreau. Ya que contaba con un grupo de personas muy inteligentes y extremadamente articulados, se propuso observarlos mientras consumían hachís.

Además en los años siguientes, muchos de los miembros intelectos de tan inusual club, publicaron algunas obras relacionadas.

Por ejemplo en 1846, Gautier publicó el ensayo “Le Club des Hachichins” (El Club del hachís o el Club de los fumadores de hachís) publicado en la Revue des Deux Mondes, donde narra sus experiencias con el dawameska. 

Charles Baudelaire (1821-1867), autor de la colección de poesía de 1857 Les Fleurs du Mal, escribió su mejor pieza sobre hachís que se publicó en 1860 “Les Paradis Artificiels” (Paraísos artificiales).

El Club del Hachís finalmente se diluyó. Pero en términos científicos había hecho su trabajo y el Dr Moreau pudo sacar algunas conclusiones.

En el año 1846 publicó su principal trabajo sobre el cannabis, un libro de 439 páginas Du Hachish et de l’Alienation Mentale – Études Psychologiques (Hachís y Enfermedad Mental – Estudios Psicológicos.).


La historia del Club del Hachís del siglo XIX que te fascinará . Por Bruno

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