En las pinturas de Tamayo los perros fueron motivo de inspiración. En la mitología azteca y maya, los perros eran considerados guías del inframundo, y sus estatuas a menudo se enterraban con miembros de la clase dominante.
El bestiario en la pintura de Tamayo. Los animales, pero sobre todo los perros, fueron para el pintor de Oaxaca motivo de inspiración: El bestiario en la pintura de Tamayo no es extenso, pero sí propositivo y novedoso. Desde muy pronto aparecieron imágenes de perros en su obra.
Al principio como parte de las composiciones, más adelante, los canes se llenaron de valores simbólicos y heráldicos, se constituyeron en metáforas plásticas de la condición humana, sirvieron como punto de partida para la invención y síntesis de complejidades estéticas sin precedente y se tiñeron de colores exquisitos.
Así ocurre con los perros más famosos del arte mexicano: los que protagonizan el lienzo titulado Animales de 1941, que forma parte parte de la colección del MoMA. ?
Y otro, no menos famoso, es el sombrío Perro aullando, 1942, que hasta hace poco tiempo perteneció a diferentes colecciones privadas de gran importancia; estos perros que aparecen en esos lienzos.
Al igual que Perro y serpiente, Perra rabiosa y Dos Perros, son poderosas metáforas plásticas de la violencia humana y de la devastación espiritual del hombre moderno, que causó la guerra. Los perros de esta etapa en la pintura de Tamayo, simbolizan la metamorfosis de la humanidad durante ese periodo oscuro y conflictivo, en que se han tornado de seres domesticados a depredadores solitarios y violentos.
?Más adelante, los canes se volvieron seres apacibles y amables, de singular belleza. Algunos de los perros que aparecen en su obras gráficas, son primorosas mascotas que prodigan compañía, que al sólo verlos, despiertan empatía.
Son bellos y graciosos, otros despliegan diferente vía de enlace con el espectador, pues poseen cualidades de exotismo y singularidades caprichosas que los hacen nuevamente únicos en el arte mexicano.
Una mirada entre los perros de Tamayo, nos permitirán tener un encuentro con el artista humano y sensible, que supo aquilatar la presencia de esos seres benéficos para el hombre, cuya relación actualizó transformándola en imágenes vivas para su arte, que refrendan el hecho que existe desde los principios de la civilización: ha sido el mejor amigo del hombre. ·
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El lugar de la humanidad en el universo es un tema al que Tamayo retornaba a través de su carrera. Muchas de estas pinturas muestran una figura ubicada frente a línea en el horizonte, mirando al cielo estrellado, como se ve en esta pintura. Tamayo estaba cautivado por la astronomía y la exploración del espacio, y a menudo invocaba estos temas en sus contemplaciones pictóricas del cosmos.
La figura en La gran galaxia ejemplifica el sello de Tamayo de unir las formas precolombinas con las de los movimientos modernistas europeos, como el cubismo y el surrealismo, en lo que él llamó “realismo no descriptivo.”