Ana Barriga se mueve en el ámbito lúdico, un lugar compartido por artistas y niños donde se abandonan los prejuicios y aflora la parte más pura de nosotros.
Ana Barriga. Un lugar compartido por artistas y niños. Usando el humor, el juego o la ironía como modos de posicionarnos ante la realidad y restarle seriedad a la vida, el trabajo de la artista jerezana es una explosión de caos y colores.
Mi trabajo es un caos, una explosión de información aleatoria a la que intento poner orden. Es un juego de el equilibro entre la razón y la emoción; dos territorios aparentemente contradictorios que, al friccionar, generan un tipo de energía que me interesa.
El uso de estas cerámicas con aire casposo, el humor, el sarcasmo o la ironía; todo es muy de Jerez. Pero quizás lo que más me interese de mi ciudad es que gracias a la carencia que hay, todos los artistas que salimos independientemente del medio tenemos una misma mirada auténtica. Todo es muy de verdad. Creo que si hay algo que comparten los artistas de Jerez, sean del ámbito que sean, es la autenticidad.
Una explosión de caos y colores
La práctica de Ana Barriga es intrínsecamente juguetona e imaginativa. Ella se describe a sí misma trabajando en un lugar compartido por artistas y niños, refiriéndose tanto al uso de juguetes y objetos decorativos como materiales de origen, como también a su proceso creativo en el que pinta, rompe, mutila y vuelve a ensamblar como un medio para liberar su imaginación y los materiales con los que trabaja. La artista recolecta objetos de mercados para crear una especie de archivo curado de la cultura popular residual.
En su trabajo, Ana Barriga intenta encontrar el equilibrio entre la razón y la emoción, dos áreas aparentemente contradictorias que crean un tipo de energía que genera gran interés cuando se encuentran. Trata de enfocarse en ambientes divertidos, un lugar compartido por artistas y niños donde los prejuicios se dejan atrás y las partes más inesperadas de nosotros mismos afloran a la superficie. El humor, el juego y la ironía son formas de ver la realidad de una manera diferente e inesperada, de romper la norma. Es de aquí que surgen situaciones impredecibles, situaciones que son nuevas y atractivas porque no se ajustan a las reglas.
Ana Barriga y donde se abandonan los prejuicios
Su trabajo se inspira en la pasión pero también en el conocimiento. Se dedica a estudiar pintura, un lenguaje de profunda tradición y el lugar en el que prospera. El juego es muy importante tanto en su trabajo como en su forma de trabajar.
Esta idea se puede encontrar en tres áreas: 1) en los elementos representados: la mayoría son piezas infantiles, objetos decorativos u objetos de uso cotidiano. 2) en la forma en que trabaja y da forma a dichos elementos: pinta, rompe, desfigura, ensambla o combina de alguna manera, como si estuviera jugando con ellos. Y 3) en la forma en que aborda una pieza: prueba, borra, vuelve a pintar, la modifica e incluso la cubre con spray como si destrozara su propia obra.
Algo más sobre la artista
Ana Barriga ha recibido numerosos premios a lo largo de su carrera. Algunos de los más recientes son: la beca Daniel Vázquez Díaz, el Premio de Pintura Internacional por la Fundación Focus, el Premio de la Universidad de Sevilla, el Premio en la Competición de Artes Plásticas CICUS y la Competición Generaciones 2019. También ha recibido varias becas de residencias para creadores y su obra se encuentra en colecciones como el CAAC de Sevilla, la Fundación Montemadrid, la Fundación Canaria para el Desarrollo de la Pintura, la Colección DKV y el Centro de Arte Contemporáneo de Málaga.
Ana Barriga (@anabarrigaoliva)