El arte urbano del graffiti alcanza cotas altísimas de calidad en manos de artistas que dominan la técnica del spray hasta el punto de crear dimensiones y volúmenes imposibles donde no los hay, hasta el punto de jugar con nuestros cerebros.
Vile y sus alucinantes efectos ópticos a golpe de spray. Si recientemente alucinábamos con las creaciones de Odeith, es el turno ahora de flipar con el trabajo de otro graffitero que, curiosamente, es también portugués como Odeith y nos ha dinamitado la mente ¿su nombre? Vile.
Rodrigo Miguel Sepúlveda Nunes (Vile), con solo catorce años comenzó a pintar graffitis y tras haber estudiado en dos escuelas de artes en Lisboa, «ETIC» y «ARCO», fue 2007 el año de inicio para convertirse en un trabajador independiente, artista y pintor profesional.
Domina las técnicas de la acuarela, el aceite, el carbón, el diseño digital y los tatuajes lo que, le ha permitido evolucionar como artista del grafitti y del mural; es además un gran retratista, ha trabajado para grandes firmas como OPEL y ha hecho varias exposiciones individuales.
Entre sus últimos trabajos, están estos alucinantes graffitis que parecen haber sido escarvados en los muros y dan la sensación de abrir los espacios; a través de estas ilusiones ópticas tridimensioanles, su nombre aparece como ventanas cortadas en el costado de una pared.
La parte más desafiante de su proceso creativo, es la combinación de colores, ya que la paleta debe seleccionarse cuidadosamente para que el producto final sea convincente y se mimetice con el entorno para crear el espejismo.
Vile y sus alucinantes efectos ópticos a golpe de spray. «Entre sus últimos trabajos, están estos alucinantes graffitis que parecen haber sido escarvados en los muros y dan la sensación de abrir los espacios […]»
La gran formación profesional de este artista en el terreno de la animación, le permite trabajar rápido y, eso, es vital para llevar a cabo un trabajo en el que la luz natural es un factor determinante en el resultado.
Sorprendentemente, el artista portugués tardó solo un día en completar una de sus últimas ilusiones porque es muy metódico en su trabajo; realiza sus graffitis armado con bocetos preparatorios y con un esquema de color adecuado para poder moverse rápidamente en el sitio y concentrarse en la pintura.
Nosotros estamos totalmente asombrados con lo realista de su propuesta, ni siquiera sabemos si puede definirse como realista algo que tiene un límite tan fino entre lo que es verdad y lo que es una perfecta ilusión óptica.
Vile y sus alucinantes efectos ópticos a golpe de spray. Fuenter Luiki Alonso