A Angela Lergo le precede una amplia trayectoria en la escenografía teatral y la performance.
La figura y el alma del humano en la obra de Angela Lergo. La figura y el alma del humano en la obra de Angela Lergo. A través del arte el hombre es capaz de materializar la intangibilidad de los sentimientos, los pensamientos y las emociones.
El arte es disgregar las cosas en capas, donde está encerrado su contenido cultural, social, emocional, espiritual.
Sacar su esencia, y plasmarla en una obra para que otros la puedan contemplar. El arte se rige por las leyes de la intuición, y usa las de la razón como instrumento, para crear una obra que vaya directa al subconsciente y a las emociones del que la observa.
El ser humano, figura y alma, es la parte fundamental en el trabajo de esta artista, amparada sobre todo en su representación a través de la escultura y la performance, haciendo de su obra un mensaje femenino y potente que busca socavar en las sensaciones y emociones del espectador, a veces de forma desgarradora.
A Lergo le precede una amplia trayectoria en la escenografía teatral y la performance. De todo ello hay en las piezas de su trabajo habitual. Muchas de ellas en contenedores de mil símbolos y sugerencias poéticas, con el ser humano como punto de partida y continua referencia.
Aparte del trabajo con las instalaciones le atrae la posibilidad de crear una obra en la que lo más importante sea únicamente la idea, lo que ésta es capaz de evocar, eliminando otras posibles intencionalidades de una obra, como la necesidad de que quede algo material, algo que permanezca para el futuro. El sólo hecho de la fugacidad, ya parece que está cargado de significado y de poesía.
El encanto de entregar algo a la gente que estás haciendo para ellos en ese mismo instante, y el hecho de poder usar diferentes medios que lleguen a diferentes sentidos: me gusta incluir música (generalmente electrónica), olores, cosas que se puedan tocar, e incluso que queden en el espacio para que la gente las vaya borrando a su paso.
Como artista me interesa despertar inquietudes, hacer que sean cuestionadas muchas realidades que se dan por válidas sólo por ser costumbre. Las cosas se pueden enriquecer si se observan desde diferentes puntos de vista, y casi nunca son tan objetivas como creemos a priori. Plantearse distintas posibilidades o detenerse a hacer un análisis profundo de la verosimilitud de nuestras creencias, costumbres o tradiciones, es una práctica muy saludable.
De todas formas no sólo hay transgresión en mis performances. También me suelo recrear en la belleza de las cosas, en su poesía o en su riqueza cultural o antropológica.
Creo que los artistas tenemos la suerte de estar en una posición privilegiada a la hora de comunicar, porque hacemos los planteamientos no desde el deber o la exigencia, sino desde la contemplación estética, lo cual hace que el espectador se muestre confiado e interesado, con una actitud positiva ante el mensaje que está recibiendo.
En la escultura también recurre a la representación de la figura humana como un importante modo expresivo. Para Angela Lergo la figuración es un arma con mucho potencial, ya que el espectador reconoce el objeto automáticamente y esto hace que se confíe, se entregue a la contemplación sin reservas.
Las esculturas no representan personajes de la vida real, sino que parecen rescatadas del mundo de los sueños, de un mundo interior imaginado o vivido. El “paisaje” en el que se encuentran es tan importante como la figura, está cargado de contenidos que inquietan, transmiten sensaciones, evocan y transportan…
Angela Lergo utiliza infinidad de materiales, tanto naturales (sal marina, especias, lana de oveja, leche, plantas, arena, tierra de labranza, sangre…) como industriales (contenedores de petróleo, neumáticos de tractor, metacrilato…), electrónicos (leds de iluminación RGB, programadores, pantallas de televisión…). Cualquier elemento es sensible de comunicar y capaz de convertirse en parte de una obra de arte. Todos ellos tienen gran riqueza de lecturas que están cargadas de significados por su relación cultural, social, espiritual o material con el ser humano.
El mercurio está relacionado con el agua. En Medina Sidonia, en la época mozárabe de Andalucía, había una fuente que, a ciertas horas del día, recibía la luz del sol de tal manera, que el agua parecía de metal. La llamaban la fuente de mercurio. Está relacionado también con la medicina, permitiendo medir la temperatura de la fiebre de nuestras frentes…El mercurio, siendo un metal, es líquido, y se mueve y se escurre de una forma extraña entre nuestros dedos…
La artista utiliza el vacío, siempre y cuando la composición tenga la armonía necesaria, sugiere tanto como cualquier otro elemento, porque en realidad no existe como tal, sino que se llena automáticamente con la esencia y el significado de todo lo que lo envuelve. Lergo le da importancia al volumen de espacio ocupado, y lo utiliza como una pieza más. El vacío forma parte siempre de su obra, se incorpora a la instalación como un elemento más de su morfología.