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La obsesión insana de Hitler con su sobrina Geli Raubal

Todo lo que se ha dicho acerca de esta excéntrica relación entre la sobrina y el Führer.

La obsesión insana de Hitler con su sobrina Geli Raubal. Se decía que estaba fascinada con la celebridad del Führer, mientras que él estaba enamorado de su belleza. Esta perturbadora historia terminó con el misterioso suicidio de la joven, quien tan sólo tenía 23 años, cuando el 18 de septiembre de 1931,  fue encontrada en un charco de sangre con una bala en su corazón.

Geli Gaubal

Angela ‘Geli’ Raubal nació en Linz, Austria-Hungría, fue la segunda hija de Leo Raubal y la media hermana de Hitler, Angela Raubal. Cuando nació Geli, Hitler era un artista amargado y luchador. 

En 1925, cuando Geli tenía 17 años, su madre comenzó a trabajar como ama de llaves, después de la prematura muerte de su esposo. Geli, una joven alegre y encantadora ayudaba y acompañaba a su madre en sus labores, en la casa de su medio hermano. A partir de este momento Hitler y Geli se acercaron de una manera mucho más íntima, a pesar de que el tío era 19 años mayor.

Cuatro años después, Angela fue trasladada a una villa cerca de Berchtesgaden, mientras que a Geli le pidieron que viviera con Hitler en su apartamento de Munich, ella aceptó. Con los años, Geli se convirtió en una parte inseparable de la vida de Hitler. Asistía a las reuniones y fiestas de negocios de su tío. Hablaban día y noche, ella era su cariñosa ayudante.

La sobrina de Hitler

Esto continuó por un tiempo. Se podría decir que Hitler la acompañó a todas partes también, como a la ópera o el cine. Cuando no podía estar presente enviaba a alguien para que la cuidara. Poco a poco, la naturaleza de su relación evolucionó.

Hitler, quien al principio la había adoptado como una figura paterna, pronto se convirtió en una presencia obsesiva e inquietante. Geli era fácilmente impresionable y manipulable, además de que no podía oponerse abiertamente a las decisiones de su poderoso tío. Poco a poco, en plena adolescencia, los días de libertad y diversión de Geli quedaron atrás.

Cuando se descubrió su romance con Emil Maurice, su chófer, Hitler lo despidió, al igual que ahuyentó a cualquiera que pretendiera a su sobrina. Luego puso fin a sus salidas sociales, ni siquiera la dejó encontrarse con amigos. Geli,quien era conocida por ser una mujer sociable, carismática y encantadora se convirtió en una persona solitaria y deprimida.

Geli Gaubal y Hitler

Mucho se comentó sobre las posibles verdaderas intenciones de Hitler hacia su sobrina Geli, al parecer, Hitler estaba enamorado. Se le percibía como un amante cínico, salvajemente celoso y locamente posesivo. Su dominante inseguridad al respecto, era un tema de conversación a sus espaldas.

En ese momento, Hitler aún no se había convertido en el tirano más temido del mundo. El partido nazi estaba en pleno fortalecimiento, y el escándalo que involucraba al líder, representaba una peligrosa amenaza para la imagen del partido. Pero Hitler ignoró las advertencias.

Geli soñaba con convertirse en cantante algún día y quería escaparse a Viena para empezar de nuevo. Quería casarse con un hombre allí y establecerse. Debido a estos planes, se produjeron muchas discusiones entre Hitler y Geli.

La muerte de Geli

Finalmente, un día, cuando Hitler se iba a una reunión, Geli se asomó a la ventana y le gritó algo. Él respondió diciendo: «No, por última vez, no». Más tarde, Geli fue encontrada acostada en el suelo con la boca abajo, bañada en sangre. Tenía un agujero en el pecho, con un pulmón hecho añicos por una bala de la pistola robada de su tío. Geli tenía 23 años.

Se dictaminó que fue un suicidio, a pesar de que tenía la nariz rota y se encontró una carta entusiasta sobre planes futuros a medio escribir, en su escritorio, la iba a enviar a una amiga. No se encontró ninguna nota suicida.

La obsesión insana de Hitler con su sobrina Geli Raubal. Algunos dicen que se suicidó por frustración, mientras que otros creen que fue asesinada.

La policía pronazi cerró el caso,  sin una investigación ni una autopsia, mientras que el cuerpo de Geli fue sacado rápidamente del país y enterrado Viena, en un cementerio católico, donde no se permiten casos de suicidio.

También se dice que Hitler entró en una profunda depresión al recibir la noticia y se lamentó sobre su tumba. Cerró su habitación, aunque la visitaba de vez en cuando. Pero la muerte de Geli no frenó su ambición política, por supuesto. Aunque generó una gran controversia, el asunto fue rápidamente encubierto y borrado de la memoria pública. 

Nadie puede asegurar si la relación de Geli y Hitler fue sexual o no, pero hay evidencia incuestionable de que los altercados entre ellos fueron ciertos. Hay testimonios sobre cómo Hitler hizo que Geli realizara actos pervertidos, como defecar y orinar sobre él. Ya fuera consensuado o forzado, definitivamente no se trataba de una relación sana entre un tío y una sobrina.

Fuente: Abril Palomino

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