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Branda, un gran observador de la naturaleza humana

Branda es un artista plástico gallego residente en Barcelona apasionado por el costumbrismo moderno y la cultura popular.

Branda, un gran observador de la naturaleza humana. Poseedor de una gran agudeza observadora que le permite desmenuzar cualquier ambiente, circunstancia, situación, transeúnte, individuo, o sentimiento, y la destreza para retratarlo con un inconfundible trazo y un implacable humor, Branda nos ofrece sus divertidas viñetas cotidianas con naturalidad e inmediatez, y sin dudas conceptuales ni juicios de valor.

Óscar Brandariz, conocido como Branda, desde muy pequeño se ha sentido atraído hacia la gente y los objetos cotidianos que lo rodean; su obsesión es representarlos, ya sea en una servilleta de bar o en un gran mural.

Gran consumidor de comics y periódicos satíricos desde muy niño, siempre tuvo muy claro que quería dedicarse al arte; Miró fue su primer inspirador, pero encontró un lenguaje más preciso para lo que quería hacer en el humor negro del arte Pop del Equipo Crónica, y finalmente materializó el suyo propio estudiando Bellas Artes en la Universidad de Pontevedra graduándose en 1997.

Cree firmemente en el poder regenerador y curativo del arte, que puede ayudarnos en las dificultades de la vida, y para ello se aplica al máximo para comunicar optimismo y buen humor. Dedicado a su producción artística por completo, ha realizado numerosas exposiciones colectivas e individuales en España, Francia y en Alemania fundamentalmente.

Branda es un gran observador de la naturaleza humana y encuentra la definición de su estilo en el idioma catalán, y lo denomina “costumisme urbano”, que en su transcripción artística se refiere a atmósferas o personajes típicos de las ciudades que el artista pasa por su filtro dándoles un toque muy personal y humorístico.

Para realizer su trabajo, pasa su tiempo observando atentamente a la gente y analizando su comportamiento. Luego, memoriza estas escenas de la vida, dibuja a los personajes que toman el autobús o delante de una tienda de comestibles y los pinta de nuevo en su taller.

Le gusta capturar los cambios en los comportamientos habituales de la gente; representar las miradas cautivas de personas anónimas que parecen conectadas o por ejemplo la apariencia casual de las personas mayores en ropa deportiva.

Trabaja principalmente en acrílico sobre papel o madera, pero realiza también esculturas en madera en policromadas de gran plasticidad.

Branda nos ofrece arte costumbrista y sociológico a través de atractivas instantáneas en pintura acrílica de vibrantes colores que, en un rápido golpe de vista, nos aportan toda la información del personaje retratado con mucho acierto y precisión.

Con un pincel afilado como un bisturí, su personal e inteligente filtro a veces roza la ridiculización, pero al no faltar la ternura siempre genera en el espectador alegría, empatía y hasta identificación.


Por Leonardo Lee.

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