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Todos mienten de María del Monte Vallés

Autora
María del Monte Vallés nació en Sevilla. Aunque su formación profesional la ha dirigido por otros caminos: la construcción y el urbanismo, sus grandes pasiones son la Literatura y los viajes que siempre la han acompañado como refugio y fuente de vida, de tal forma que ese bagaje ha desembocado en la creación literaria. Ha escrito relatos, libros de viajes y varias novelas, como Perdiendo pie (Triskel Ediciones). Todos Mienten su segunda obra publicada.


Sinopsis
Un día como otro cualquiera, la vida de Alfredo Sierra se ve alterada para siempre por una decisión que él mismo toma, un impulso sin meditar impropio de un hombre aburrido y metódico como él, que le permitirá trabajar en una imprenta que ha conocido días mejores. Allí, Sierra se relaciona con sus nuevos compañeros, sobre todo con su jefe, Ernesto Iglesias, terminando de moldear su nueva personalidad y construyendo una vida ficticia que cree controlar por completo.
En Todos Mienten, M.M. Vallés lleva al lector a un viaje por la mentira, las apariencias y la superficialidad de la sociedad actual mediante una prosa cuidada y directa. Con la mentira como eje, la autora nos muestra los límites de los comportamientos actuales en público, en privado e incluso en las redes sociales. Al fin y al cabo todos mienten, por lo que Alfredo Sierra podría ser un mal reflejo de un vecino, de un familiar, de un amigo o, por qué no, de uno mismo.
[Información tomada directamente del ejemplar]

El término que podría definir, grosso modo, la novela de hoy tiene mucho que ver con la palabra ‘mitomanía’ cuya definición dice así: ‘Tendencia morbosa a desfigurar, engrandeciéndola, la realidad de lo que se dice’, o en otra acepción similar, ‘Tendencia a mitificar o a admirar exageradamente a personas o cosas’. Y es que de mentiras, desfiguraciones, exageraciones, fantasías y fingimientos vamos a hablar hoy pero, vayamos por partes.
A María del Monte Vallés la conocí literariamente cuando leí su primera novela, Perdiendo pie (puedes leer la reseña aquí). Aquella obra me pareció ‘original en su planteamiento’ y me sorprendió el perfil psicológico de los personajes. Así que, sabiendo que la autora andaba con algo entre manos, me dispuse a esperar su siguiente publicación. Todos mienten nace a finales del 2018 con una cubierta bastante representativa, que invita a la lectura. Pero no ha sido hasta ahora cuando he podido zambullirme en su argumento.
Alfredo Sierra es un pobre diablo de sesenta y tres años de edad. Está soltero y si se le conoció alguna relación no llegó a prosperar por la insulsez de su persona. Hace más de quince años que vive solo, tras tener que ingresar a su madre nonagenaria en una residencia de ancianos, realizando la pertinente visita cada viernes a la misma hora y en los mismos términos. Actualmente está desempleado. Perdió su trabajo hace un año, sin que se den demasiados detalles -sabremos más hacia el desenlace-, pero no ha cotizado lo suficiente como para poder jubilarse, así que se encuentra en un aprieto de magnitudes colosales donde a su mucha edad, se suma sus pocos ahorros y los muchos gastos ocasionados por la estancia de su madre en la residencia. Desesperado y sin saber muy bien qué hacer, la suerte parece convertirse en su aliada. Por casualidad es testigo de la conversación de una pareja de jóvenes en el interior de un autobús. Hablan de una oferta de trabajo, aunque el joven no está muy convencido. Sierra pone las orejas tiesas e impulsado por la necesidad, toma una decisión insólita para un individuo sin sangre como él. Tras quitarse de en medio al presunto contrincante de una manera de lo más rastrera, se presentará en la empresa ofertanteImprentas y Talleres Iglesias. Allí, se colocará la máscara del fabulador, del mentiroso, del embaucador, un antifaz con el que vivirá los próximos años y que lo convertirán en un mentiroso compulsivo hasta un desenlace que no sabría definir si lastimoso o milagroso, que además cuenta con un giro digno de la mejor película clásica. En cualquier caso, Todos Mienten nos ofrece la historia de un tipo extravagante e inaudito que nos hará disfrutar y zarandear levemente la cabeza hacia un lado y otro, al comprobar hasta qué limites el hombre puede llegar cuando la mentira se convierte en una bola de nieve imposible de frenar. Y es que Alfredo, tenía una vida tan apática, ha pasado siempre tan desapercibido, ha sido tan insignificante para el resto del mundo, que, quiso ser centro de atención por una vez, ‘transformar su anodino entorno es una fantasía atractiva’ pero se le fue la mano. Y tanto que se le fue. 
No os quiero desvelar más de su argumento. Os diré que, bajo la pátina de la comicidad subyace una historia seria y triste que evidencia la naturaleza humana, un argumento con importantes reflexionesque transcurre de manera lineal, salvo por una serie de capítulos cortos que se van intercalando en la narración principal de los hechos y de los que os hablaré más adelante. A eso se une que, en determinados momentos, el narrador omnisciente que dominará buena parte de la narración, enciende nuestra curiosidad lanzándonos funestos y sutiles presagios.

Con respecto a los personajes, ya lo observé en su novela anterior, a la autora le gusta adentrarse en la psique propia de cada uno, remover el interior de los individuos que transitan por sus novelas y en ese sentido, Alfredo Sierra, principal protagonista de la historia, está perfectamente dibujado. Incluso los detalles de su fisonomía nos permiten imaginarlo pero será su interior lo que más sobresalga. Alfredo es maniático y obsesivo, sigue un ritual semanal algo irritante del que le cuesta separarse por temor a que el alterado vuelo de la mariposa provoque un tsumani en su vida medida y cuadriculada. Esun ser solitario, sin amigos y casi ninguna familia, que podría despertar compasión en el lector pero lo cierto es que a mí no me ha provocado ninguna, porque de la necesidad pasa a la desfachatez. Creo que él es consciente de dónde se está metiendo, se deja llevar por su vanidad, por su egocentrismo, pensando que es demasiado brillante para que nadie lo coja en sus mentiras, porque Todos mienten -un título certero donde los haya-, hablará de todos esas personas que enlazan una mentira con otra, de aquellos que no dicen una verdad ni queriendo y que al final, no son más que una burda patraña. Y al hilo de esta temática, la autora inserta interesantes reflexiones como ya comenté antes. Nos hablará de la cobardía del silencio, de la tendencia a fingirsobre todo y en todo momento, de la exageración llevada al extremo, de la cantidad de mentiras que nos rodean, no solo a nivel personal e íntimo, sino también a nivel social, político, económico, sanitario,… todo un mundo de falsos reflejos que encuentran su mejor caldo de cultivo en las redes sociales, un fenómeno que Vallés no pasará por alto. 

Pero volviendo a los personajes, Sierra no será el único que asome a estas escasas doscientas páginas. El mentiroso compulsivo, una vez que consigue hacer tragar su bulo y obtiene el puesto, tendrá que lidiar con un jefe con luces y sombras, y con sus compañeros de trabajo. Todos ellos, y siguiendo la misma línea que ya usó la autora con el principal, están muy bien delimitados. El lector puede ver ante sus ojos qué tipo de personas son (algunas quedan retratadas por su forma de hablar), cómo son sus vidas y si mienten o no.

Estructuralmente, Todos mienten cuenta con tres partes a lo largo de las cuales se reparten los capítulos de corta extensión. Hablaba antes de alternancia y efectivamente es lo que encontramos en la novela. La narración lineal de los acontecimientos que pivota principalmente sobre Alfredo se alternará con otros capítulos narrados en primera persona, en la voz del resto de personajes, de tal modo que, prácticamente cada uno de ellos encabeza una de estas piezas. Tengo que confesar al respecto que tales capítulos me desorientaron un poco en los inicios. Parecían fragmentos de declaraciones oficiales, bien ante la prensa o bien ante las autoridades, pero esa incertidumbre alimentaba mi curiosidad, me ponía más alerta. ¿Qué habrá hecho Alfredo para que la gente declare sobre su persona? Pero poco a poco entiendes qué lugar deben ocupar en la línea cronológica y con qué sentido se encajan en la narración.

En definitiva, he disfrutado bastante de esta lectura.Todos mienten está bien construida y deja poso al margen de un argumento que te parecerá irrisorio. Estamos ante una historia que, si bien transcurre en una ciudad indeterminada, podría ser Sevilla, con esa Feria de Abril, donde algunas almas se hinchan y se pavonean, como lo hace el propio Alfredo al sentirse seguro en su disfraz, un personaje que se mete al lector en el bolsillo, por cizañero, estafador, sinvergüenza y manipulador, un cabrón en toda regla que, aunque resulte paradójico, casi se puede decir que fue salvado por la campana. 

Dicho lo cual, Todos mienten, segunda novela de M.M. Vallés, es tan recomendable como lo era su primera publicación, Perdiendo pie.

Texto: Marisa / Lecturápolis

Ficha Técnica

Título: Todos mienten · Autora: M.M. Vallés · Editorial: Triskel Ediciones · Diseño cubierta: Triskel Ediciones · Ilustración Verónica Navarro · Formato: Rústica/EPUB/MOBI · Páginas: 202 · ISBN: ISBN: 978-84-949263-2-7 · Depósito legal: SE 1973-2018

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