Si alguna vez necesitas algo para animar una discusión en una fiesta, prueba esto: ¿puedes hacer arte con un ordenador? ¡Sin duda esto mantendrá la conversación! Muchos artistas no quieren tener nada que ver con los ordenadores, mientras que otros desarrollan toda una carrera en el arte digital. Para la artista alemana Anja Millen, el ordenador abrió un mundo de posibilidades cuando descubrió por primera vez el software de edición de fotos en 1998. Anja siempre ha documentado su vida y sus sueños a través del arte y encontró un medio completamente nuevo para darle vida a sus visiones surrealistas.
Ella compone, manipula y pinta digitalmente una o más fotos en retratos oscuros con un giro horrible o macabro. Ahora, antes de que empieces a preocuparte por el bienestar de Anja: ¡No lo hagas! ¡Ella está bien! Anja ha declarado antes que a pesar de que todo su arte proviene de ella y se origina en su mente, en realidad no muestra cómo se siente. En lugar de sus sentimientos, la artista comparte sus ideas surrealistas con nosotros: un mundo de fantasía sombría que todos podemos visitar a través de su arte.
ENG: «I consider myself an artist, writer and hermit.»
If you ever find yourself in need for something to heat up a discussion at a party, try this one: can you make art on a computer? Without doubt this will keep the conversation going! Many artists don’t want to have anything to do with computers whilst others build a whole career on digital art. For German artist Anja Millen the computer opened a world of possibilities when she first discovered photo editing software in 1998. Anja has always been documenting her life and dreams through art and found a whole new medium to breathe life into her surreal visions.
Anja digitally composes, manipulates and paints one or more photos into dark portraits with a horrific or macabre twist. Now before you start worrying about Anja’s wellbeing: Don’t! She’s fine! Anja has stated before that even though all her art comes from within her and originates in her mind, it doesn’t actually show the way she feels. Instead of her feelings Anja shares her surreal ideas with us: a gloomy fantasy world we’re all allowed to visit through her art.