INFOMAG MAGAZINE

Sidikai | O cómo hacer moda de forma responsable

Es una de las firmas españolas de moda a la vanguardia de la sostenibilidad. Costura artesanal de excelente calidad, realizada según unos parámetros de conservación y mejora del entorno que ya deberían incorporar la mayoría de firmas. Y no es así.

retrato_MarianaCarlota_sidikai_4-copia
Mariana y Carlota Gramunt

Son uno de los tándems familiares de la moda española. Y no de cualquier moda: sino de aquella que ha hecho de la responsabilidad y la sostenibilidad su marchamo de marca. Mariana y Carlota Gramunt de Azqueta, hermanas, decidieron unir fuerzas en 2016 y montar su propia firma: Sidikai. La primera, directora de operaciones y CEO de la firma, venía de una sólida formación en publicidad y marketing, jalonada de experiencia en varias firmas y gabinetes asesores. La segunda había estudiado en el European Business School, con la idea previa de aunar dos pasiones: la moda -por lo que decidió formarse también patronaje y diseño- y las iniciativas de carácter social. Crear un negocio que partiera de una justicia y un respeto al planeta: sostenible, con menos traza, que aportar su granito de arena a la preservación y mejora del medio ambiente. Una decisión que no es fácil, que somete a las firmas a procesos más largos y complejos para encontrar proveedores, también a mayores controles y a un escrutinio público aún mayor -a la caza de posibles incongruencias por parte no ya solo de periodistas, sino de otros agentes incitados por esa competencia que precisamente no ve en la sostenibilidad una rentabilidad para su negocio y busca el descrédito del movimiento- pero que termina por aportar algo que parecía habíamos olvidado: valores éticos a una de las industrias más descontroladas y perniciosas para la salud del planeta. La de la moda, sí. La de eso que llevas puesto, y que si lo tiras a cada temporada termina por generar una infranqueable barrera de desechos: unos 80.000 millones de productos de moda son lanzados todos los años al mercado. Si todos fueran de usar y tirar, en menos de veinte años tendríamos serios problemas. Como ya está sucediendo.

En el camino, Sidaki ha desarrollado un estilo propio, muy vinculado a la costura artesanal de alta calidad, y de estética e influencias minimalistas y conceptuales. Y, como no podía ser de otra manera, también ha participado y ha contribuido a amplificar una red multidisciplinar y de contactos a nivel global, donde muchas empresas se van sumando bajo el objetivo común de la sostenibilidad: compartiendo proveedores y técnicas, buscando soluciones a problemas, compartiendo experiencia en temas específicos para hacer las industrias más limpias. Un compromiso que finaliza con las bellas prendas que producen: las que tu cuerpo, tu entorno y el planeta se merecen. Es hora de que comencemos a privilegiar el consumo responsable y estas iniciativas a la hora de plantearnos no ya qué comprar, sino qué look queremos para nuestro día a día y con qué implicaciones.  

Fotografía por Sidikai
Escrito por Guillermo Espinosa (El Paracaidista)

Entrevista a Sidikai por Mongomeri 

¿Sidikai tiene algún tipo de significado? ¿Por qué elegisteis ese nombre para vuestra marca? Queríamos un nombre que no significase nada, fonéticamente bonito y que fuese fácil de decir en diferentes idiomas. La raíz la cogimos del nombre de una playa de Marruecos que encontramos viajando hace años, por la zona de Essaouira. Tenemos una conexión especial con este país.

¿Cuánto tiempo lleváis con la marca? ¿En qué momento decidís montar la marca juntas? ¿Ser hermanas, facilita, complica o es indiferente? Llevamos unos dos años trabajando juntas en el proyecto y con la marca funcionando desde febrero. En nuestro caso, ser hermanas nos facilita mucho la vida. Nos conocemos muy bien, defectos y virtudes. Nos resulta fácil comunicarnos y tomar decisiones. Es muy cómodo poder expresarte con libertad, sabiendo que los malos entendidos en general van a ser mínimos. Eso sí, hay líneas que no nos permitimos cruzar, nos tenemos mucho respeto.
¿Cuáles son las principales dificultades que os habéis encontrado a la hora de crear vuestra propia marca y empresa? La principal barrera que nos encontramos es la percepción que se tiene de la moda sostenible. Está asociado a la falta de diseño, a ropa funcional pero no a sofisticación. Nos está costando romper esa idea preconcebida. Pero en general las dificultades que tenemos son las mismas que puede tener cualquier diseñador joven que intenta hacerse un hueco.

Sidikai: “Nosotras creemos firmemente que la moda debe ser un vehículo de empoderamiento femenino a todos los niveles. Desde el lado de la producción, como plataforma de oportunidad para las trabajadoras, y desde el lado del consumo para que todas las mujeres puedan expresarse y reafirmarse a través de ropa con una historia inspiradora que les ayude a transmitir la suya propia”.
 
¿Habéis encontrado alguna dificultad añadida por el hecho de ser mujeres? Nosotras no directamente. Nos enfrentamos a las mismas dificultades que pueda tener cualquier mujer hoy en día. En la moda, las que más se ven afectadas son las trabajadoras, que representan el 80% del sector. Por eso trabajamos con asociaciones que luchan por los derechos de la mujer en situaciones de exclusión y participamos en cualquier movimiento que surja de este tipo. Nosotras creemos firmemente que la moda debe ser un vehículo de empoderamiento femenino a todos los niveles. Desde el lado de la producción como plataforma de oportunidad para las trabajadoras, y desde el lado del consumo para que todas las mujeres puedan expresarse y reafirmarse a través de ropa con una historia inspiradora que les ayude a transmitir la suya propia.

Tradicionalmente, la creación de moda femenina casi siempre, salvo excepciones, ha estado dominada por figuras masculinas. ¿Cómo podía ser posible? ¿Existe machismo dentro del mundo de la moda ahora mismo?  Ha existido machismo en cualquier puesto de responsabilidad, en cualquier ámbito laboral. Detrás de los mejores diseñadores y modistas de la historia, había un equipo de mujeres con un conocimiento de la costura y una sabiduría tremenda, pero sin nombre propio, como suele ocurrir. Ahora las cosas van equiparándose cada vez más pero hay que continuar trabajando para conseguir más mujeres en puestos de liderazgo, en el mundo de la moda y en todos los sectores en general.

Sidikai: “España tiene una tradición de costura y confección excelente, y desde Madrid tenemos la suerte de poder tener cerca talleres con los que conseguir los niveles de calidad que nos hemos marcado”

Supongo que también tendéis a una producción local… ¿dónde trabajais? ¿tenéis buenos talleres cerca?  Sí, trabajamos de forma local. Trabajamos con un taller en Madrid, con muchos años de experiencia, con el que mantenemos una relación estrecha desde el patronaje hasta la producción. España tiene una tradición de costura y confección excelente, y desde Madrid tenemos la suerte de poder tener cerca talleres con los que conseguir los niveles de calidad que nos hemos marcado. Es un lujo trabajar con ellos y un privilegio poder contribuir a fortalecer la economía local.

¿Los tejidos de dónde proceden? ¿España es una buena localización para una marca como la vuestra? Los tejidos vienen de diferentes partes de Europa. Tenemos proveedores de todo tipo de materiales tanto naturales como reciclados o innovadores, siempre sostenibles y siempre de altísima calidad. Trabajamos con una plataforma en Milán que ayuda a conectar proveedores de tejidos sostenibles con diseñadores, esto nos soluciona muchísimo la vida, la verdad.

Producís en talleres de integración social para mujeres desfavorecidas, al menos una prenda. ¿Por qué no todas? ¿Ofrecen un buen nivel de calidad? Ofrecen un nivel de calidad estupendo, estamos muy contentas con ellas. De hecho, ¡el chaleco que producimos en APRAMP se ha convertido en una de las prendas estrella de la colección! No producimos todas las prendas ahí por una cuestión de volumen, y también porque esta primera colección consta, en su mayoría, de chaquetas y abrigos y por lo tanto hemos confiado en un taller local especializado en estas prendas. Nos pareció que equilibrar así las colecciones tenía más coherencia.
 
¿Percibís que la cliente valora ese esfuerzo extra por la sostenibilidad? Se hacen muchas campañas de concienciación social sobre infinidad de temas, ¿por qué no sobre este? Empieza a valorarlo, de forma tímida aún, pero somos optimista, el movimiento empieza a tener cada día más fuerza. Lo cierto es que sí que hay campañas, pero hasta hace muy poco no habían tenido eco para la mayoría de la gente. El punto de inflexión para la industria fue el accidente en el Rana Plaza hace unos años, este incidente despertó un movimiento que demanda/ofrece transparencia y trazabilidad. Aun así, creo que es complicado trasladar todos los ángulos del mensaje de moda sostenible al consumidor. Hay que cambiar muchos hábitos de consumo e informar aún más de los daños de los procesos. Si tuviese que resumirlo en una frase para convencer a un consumidor despistado, utilizaría el mensaje de Vivienne Westwood: Buy less, choose well, make it last.

¿Qué banda sonora pondríais a vuestras colecciones? Esta es la pregunta más difícil de todas. Venimos de una familia muy musical. Hemos escuchado mucha música desde muy pequeñas. Todo lo que diseño tiene una fuerte influencia musical, desde Janis Joplin hasta Radiohead. Si tuviera que elegir un disco en concreto para esta colección sería el In Rainbowns de Radiohead, ha sido mi banda sonora durante las noches de cerveza, cuaderno y lápiz.

Salir de la versión móvil