Acaba un disco de A$AP Rocky y te lo imaginas avanzando inmutable hacia cámara mientras todo lo que deja tras de sí explota. Como en las mejores películas de acción, su música es puro entretenimiento: subidones de adrenalina, tramos espectaculares, tensión sabiamente ralentizada o acelerada, digresiones sentimentales, espacios para la reflexión… Un festín de ideas y hallazgos sonoros solo al alcance de un artista consciente de estar en la parte de arriba de la cadena alimenticia del street cred. E incluso así, este retrato de Rakim Mayers es parcial: él es un rapero TOTAL. Lo mismo dirige sus propios videoclips (o los de cualquier otro miembro de la familia A$AP Mob) que convierte cada uno de sus versos en un huevo Fabergé de poesía urbana; lo mismo produce a otros bajo el pseudónimo de Lord Flacko (o variaciones tipo Pretty Flacko) que colabora con Rihanna, The Black Eyed Peas, Alicia Keys, Tyler, The Creator o Lana del Rey; lo mismo apuesta por un staccato irrefrenable en una canción que se pasa al vacileo sexy o la confidencia nocturna en la siguiente. No hay demasiados artistas con potestad de permitirse estos lujos. ¿Por qué él sí? Porque puede. Porque pilota. Top Gun.
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Sábado 2 de junio
¿Dónde? Primavera Sound (Barcelona)