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Más allá del binomino masculino/femenino, Indonesia reconoce 5 géneros diferentes

ENTENDER EL GÉNERO COMO UNA CONSTRUCCIÓN SOCIAL QUE ES MÓVIL Y FLEXIBLE NOS PERMITE ATISBAR LA SUBJETIVIDAD HUMANA EN SU FANTÁSTICA COMPLEJIDAD

La teoría de género nos ha mostrado que «masculino» y «femenino» no son las dos mitades de las que se compone la humanidad sino más bien los puntos –siempre extremos e ideales– de un performance, de un ejercicio del género que cada persona en cada cultura realiza como parte de la vida social en comunidad. En ese sentido, se dice que los hombres y mujeres cisgénero (aquellos que se identifican con el sexo asignado al nacer) son sólo dos posibilidades entre muchas de ejercer el género.

BISSU MEMBERS LISTEN TO THEIR DIRECTOR BEFORE A THEATRICAL PERFORMANCE IN JAKARTA.
Members of the Bissu, a transvestite community from South Sulawesi

Una diferenciación importante que hay que hacer al hablar de este tema es la diferencia entre sexo, sexualidad y género. Mientras que el sexo es asignado genéticamente durante la gestación humana (cromosomas XX para mujeres, XY para hombres) y determina los órganos sexuales que presentamos al nacer, la sexualidad se refiere a los cuerpos que nos producen emoción sexual, y género es la expectativa de una sociedad respecto al ejercicio del sexo y la sexualidad.

Sharyn Graham Davies, profesora asociada de la Universidad Tecnológica de Auckland en Australia, ha investigado la forma en que sociedades no occidentales construyen el género a través de instancias como el vestido, la manera de caminar y el habla. Indonesia, en el sureste asiático, es un país curiosamente tolerante con las políticas de género, y reconoce legalmente cinco géneros distintos.

Bugis Indonesia

Graham lleva muchos años estudiando la cultura bugi, el grupo étnico más grande de Indonesia, con 3 millones de habitantes, en su mayoría musulmanes. En su idioma, los cinco géneros se construyen combinando los aspectos masculino y femenino, y cuentan con reconocimiento legal:

makkunrai – mujer femenina

oroani – hombre masculino

calalai – hombre femenino

calabai – mujer masculina

bissu – «sacerdotes transgénero»

A decir de la investigadora, los géneros para los bugi no son privativos sino flexibles. Pensar el género como un espectro variado y en constante evolución nos permite salir de la ideología binaria masculino/femenino, además de producir y aceptar subjetividades mucho más complejas que no se integran en este binomio. Aún más, esta investigación nos revela que el género es una construcción social que puede ser modificada y aceptada por el colectivo con el fin de permitir que cada integrante de la sociedad se desarrolle de la mejor manera posible, o al menos sin tener que asimilarse forzosamente a alguna de las dos categorías claramente diferenciadas.

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