Zownir crea una misteriosa sensación de atemporalidad que lleva al espectador al reino de la hiperrealidad. Miron Zownir fotografía los bajos fondos de Nueva York. Muchas almas llegan a Nueva York llenas de sueños y pensando en todas las oportunidades que tienen para encontrarse, sin darse cuenta de que tienen las mismas oportunidades de perderse…