El artista catalán Antoni Miralda (Terrassa, 1942), el ganador del Premio Velázquez de Artes Plásticas 2018, es portador de un lenguaje inconformista, festivo, barroco y kitsch que acerca el arte a la vida.
Antoni Miralda acerca el arte a la vida. En proyectos destacados como Honeymoon Project, un enlace simbólico de la estatua de Colón de Barcelona con la estatua de la Libertad de Nueva York, se sirve de una actividad universal como la comida para llevar a cabo una deconstrucción de prejuicios en un mundo ya global.


Para la concreción de este proyecto, Miralda, durante seis años, involucró a numerosos colectivos —pertenecientes a una veintena de ciudades de todo el mundo— en más de cuarenta acciones en torno al ritual de apareamiento.
Antoni Miralda acerca el arte a la vida. Muchas de sus obras promueven la participación colectiva, el juego y la fiesta.

Su etnología gastronómica le ha supuesto un amplio reconocimiento internacional. Desde el año 2000, Miralda está centrado en el FoodCulturaMuseum, un archivo de proyectos múltiples basados en la investigación y la reflexión en torno a la diversidad gastronómica y su vínculo con las culturas del planeta. Con sede en Miami y en Barcelona, explora y difunde la cultura de la comida mediante audiovisuales, música, libros, muebles, objetos y todo tipo de documentos.

Entre sus exposiciones recientes destacan la retrospectiva en el Reina Sofía (2010) y MiraldaMadeinUSA, en el MACBA (2017), que recupera quince proyectos de Miralda vinculados a Estados Unidos, en los que se percibe su apuesta por una obra en donde prima el espacio público y la convivencia, el carácter efímero, el espíritu crítico y poético, y también el humor, convirtiendo de esta manera al acto común de comer en parte del arte.

En sus obras resta presencia a lo material, las dota de temporalidad y las lleva al terreno colectivo, acercándolas a la participación del espectador. Muchas de sus acciones existen documentadas únicamente en fotografías, vídeos y películas.