«Me seducen las mentes, me seduce la inteligencia, me seduce una cara y un cuerpo cuando veo a una mente que los mueve y que vale la pena conocer. Conocer, poseer, dominar, admirar. Yo hago el amor con las mentes, ¡hay que follarse a las mentes!»
Dante, en MARTIN (HACHE). Adolfo Aristarain, 1997.